Si por algo es conocida Grazalema, además de por la sierra con la que comparte nombre, es por sus mantas. La localidad tiene una amplia tradición en la producción de estos artículos, que se fabrican desde el siglo XVIII, y que hoy también seducen a los turistas que visitan la sierra gaditana. La clave del éxito de estas mantas está en la calidad de su lana, debida principalmente a que procede de ovejas que tienen a su disposición pastos abundantes. No en vano, Grazalema es el municipio con el índice de pluviosidad más alto de España. Pero más allá de las tradicionales mantas, la artesanía textil de Grazalema se ha diversificado y hoy fabrica otros productos de lana, para hombre y mujer, como bufandas, corbatas, ponchos, capas, chales, etcétera. Prendas todas ellas que se siguen produciendo parcialmente de forma artesanal, ya que el abatanado se continúa haciendo con un batán de mazos del siglo XIX, lo que otorga durabilidad y suavidad a los productos. La Fábrica de mantas de Grazalema cuenta con una tienda para comercializar sus artículos –disponible también online-, así como con un museo que da a conocer el proceso que antiguamente llevaba a cabo en la elaboración de sus famosas mantas.
Y si los pastos de la Sierra de Grazalema permiten obtener lana de excelente calidad al ser la base de la alimentación de las ovejas autóctonas, algo parecido sucede con el queso. Elaborados con leche de oveja y/o cabra, los quesos de Grazalema están alcanzando cada vez más prestigio en España. Entre los productos artesanos de este tipo se encuentran los Quesos La Abuela Agustina, realizados con leche cruda al estilo de Grazalema –tal y como siguen haciendo muchas familias de la zona para consumo propio-. Están también los Quesos Artesanos La Pastora de Grazalema, empresa que, entre otros, produce los primeros quesos frescos de cabra. Y, por último, está el que quizá sea el más conocido de todos, el tradicional queso payoyo, que utiliza en su elaboración leche de cabra payoya –propia de la zona-. Si además de llevarse un queso, quiere conocer con detalle su proceso de fabricación, puede visitar el Museo del Queso, ubicado en la vecina localidad de Villaluenga del Rosario.
El queso de leche de cabra payoya es, además, el ingrediente estrella de otro de los productos típicos más vendidos en Grazalema, la tarta que queso payoyo. En el ámbito de la repostería, son propios de la zona los amarguillos, unos pequeños dulces elaborados a base de almendra, huevo, azúcar y ralladura de limón. Originalmente dulce de pastores, los amarguillos reciben su nombre de lo amargo que podía ser su sabor si entre las almendras utilizadas en su elaboración se encontraba alguna amarga. Siguiendo con los dulces, los cubiletes son otros de los más típicos de Grazalema. Con forma de cubilete -como un flan-, están realizados con manteca de cerdo, azúcar, harina y canela. Los más tradicionales están rellenos de cabello de ángel o cidra, pero en la actualidad se venden también con chocolate o con crema para adaptarse a todo tipo de paladares. Asimismo, es típica de esta localidad serrana la tarta de bellota, realizada a partir de bellota, huevo, azúcar y zumo de naranja. Para finalizar con los postres, los boniatos o batatas cocidas, hervidas o al horno y acompañadas de miel o meloja, son uno de los clásicos de la repostería de la zona, así como las tortas de aceite, elaboradas con una masa parecida al pan pero dulce. Entre los establecimientos en los que se pueden encontrar los dulces por excelencia de Grazalema se encuentran la panadería confitería Chacón y la confitería Narváez, entre otras.
Otra de las cosas autóctonas que puede comprar en Grazalema es la miel, que procede de las flores silvestres, castaños, brezos y, en general, de la abundante y variada vegetación del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, declarada por la Unesco Reserva de la Biosfera. Esta privilegiada procedencia le da un sabor único y un color característico a un producto que continúa siendo extraído y envasado de forma tradicional. Entre las empresas que se encargan de la obtención y comercialización de de este producto totalmente natural se encuentran Miel de Grazalema y Ecomiel Grazalema, un productor de miel ecológica, que también puede adquirirse con frutos secos o polen.
Licores y aceites
Los embutidos de la Sierra de Cádiz son conocidos también por su calidad y pueden encontrarse en varias tiendas de Grazalema, como ocurre con la Carnicería Mercedes. Chorizo, salchichón, caña de lomo, morcilla o manteca son algunos de los principales atractivos gastronómicos de la zona, procedentes de cerdos criados en la sierra, tanto blancos como ibéricos.
También del maravilloso entorno natural en el que se encuentra Grazalema proceden las frutas silvestres que sirven de base para la elaboración de los Licores artesanos Grazalemeños. En esta destilería se pueden encontrar más de una decena de licores, de sabores tan variados como mora, regaliz, níspero, madroño y majuelo, entre otros, y realizados con un proceso completamente artesanal, que pasa desde la recogida de las frutas hasta la comercialización del propio producto. La empresa elabora también mermeladas artesanales, cuyas recetas, al igual que ocurre con los licores, son heredadas de una amplia tradición en la elaboración artesanal de estos productos.
Por último, cabe señalar también que el aceite de oliva extra de la Denominación de Origen Sierra de Cádiz es famoso por su calidad. Aunque los puntos neurálgicos de la producción de este aceite son, entre otros, los vecinos municipios de Olvera, Algodonales, El Gastor, Setenil de las Bodegas, Puerto Serrano, Torrealháquime y Zahara de la Sierra, lo cierto es que en todas las localidades de la sierra puede encontrarse este producto. El aceite de la sierra gaditana tiene en la variedad lechín su seña de identidad, al ocupar prácticamente la mitad de la superficie cultivada de olivar amparada por la denominación de origen. Aunque no se produce en el municipio, en Grazalema se puede comprar este aceite en diversos establecimientos.