Benamahoma

Benamahoma es una pedanía de Grazalema cuya situación privilegiada -entre ésta última y El Bosque- la convierte en un punto de partida idóneo para adentrarse a conocer el Parque Natural de Grazalema. Es también una de las 19 localidades incluidas en la conocida ruta de los “Pueblos Blancos”, ya que conserva la arquitectura propia de la cultura musulmana, de la que hereda asimismo el uso del agua e incluso su nombre, que significa “hijos de Mahoma”.

El pueblo, de calles estrechas encaladas, se asienta sobre la ladera de la montaña, produciendo un bello contraste con el verde de los bosques que lo rodean. Y es que la localidad está enclavada en un frondoso entorno natural, al pie de la sierra del Pinar, una de las zonas más hermosas de la sierra de Grazalema. Es por ello una de las entradas para conocer el pinsapar, si bien hay que tener en cuenta que es preciso contar con un permiso para adentrarse en el bosque de pinsapos –especie de abeto protegida-. Dentro de la propia Benamahoma, el principal atractivo turístico natural es El Manantial de El Nacimiento, fuente del río Majaceite, que abastece a las piscifactorías de la zona como antaño lo hacía a fraguas, molinos, talleres de carpintería y a la primera eléctrica de la Sierra.

El rico patrimonio cultural e histórico de Benamahoma no sólo se refleja en su fisonomía sino también en la celebración, durante el primer fin de semana de agosto, de la fiesta de Moros y Cristianos, que recuerda las luchas entre ambos bandos que existían en estas tierras en la época en que éstas eran frontera del reino nazarí de Granada. En la localidad se celebra también el Toro de la Cuerda cada domingo de Resurrección, evento que inaugura la temporada taurina en la Sierra.